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«Creo que es necesario recuperar y desarrollar el talento en forma de T» Jordi Alemany, CEO de Liderazgo Ético

Olvida el postureo.

Inspírate con la experiencia de directivos.

Nominado por Ignasi Castells.

¿Cuál es el mejor consejo que alguien te ha dado?
A lo largo de mi vida, mis tres grandes mentores (madre, padre y un jefe extraordinariamente generoso que además fue mi mentor en UK durante 3 años) me han dado grandes consejos con frecuencia. Destacaría el de «haz bien y no mires a quién», ya que resume a la perfección mi manera de entender la vida y concentra la esencia de todo lo que he hecho y hago.

¿Qué consejo nos darías?
Os daría exactamente el mismo consejo. Todos hablamos de reciprocidad. El problema es que la entendemos desde un plano personal e individual. Es decir, creamos un saldo mental nominal a nuestro favor cada vez que hacemos un favor a alguien y ocurre que ese saldo permanece ahí, en nuestro consciente o en nuestro subconsciente, de manera permanente. De ahí que, cuando hacemos un favor, si no nos lo devuelven, tendamos a recordarlo o incluso a sentirnos mal.

Yo creo en la reciprocidad universal. Ayuda a otros, sin esperar que la misma persona a la que ayudas sea la que te devuelva el favor. En algún momento, otros te ayudarán a ti cuando menos te lo esperes o más lo necesites. Aplica la reciprocidad universal y te irá bien en la vida.

Una cualidad indispensable para liderar…
Para liderar hay que saber escuchar, por encima de todo. Saber escuchar es una habilidad compleja que implica, al menos, 5 habilidades básicas relacionadas con la inteligencia emocional y el pensamiento crítico, como son: la atención, la observación, la racionalización, la reflexión y la empatía.

Para poder guiar a otros, ver lo que otros no ven, motivar a los demás y facilitar el crecimiento y bienestar de los que te rodean – que es lo que hace un líder – es imprescindible desarrollar esa capacidad de escucha activa, que es el la prueba visible de que poseemos y practicamos esa inteligencia emocional y pensamiento crítico.

Qué libro, podcast, canal de Youtube o contenido nos recomiendas…
Aquí voy a barrer para casa en primer lugar porque os recomendaría mi podcast «En tres puntos» y mi libro «Liderazgo imperfecto». Y ya, si eso, después de escucharme y leerme a mí – risas – os recomendaría los podcast de Adam Grant «Take it for granted» o de Malcom Gladwell «Revisionist history» para los que os sentís cómodos con el inglés; y en español os recomendaría «Kaizen», el podcast de Jaime Rodríguez de Santiago.

En libros, mi top 10 ahora mismo sería: «Give and Take» y «Originals» de Adam Grant; «Blink» y «Outliers» de Malcom Gladwell; «Range» de David Epstein; «Las trampas del deseo» de Dan Ariely; «Dare to lead» de Brené Brown; «El juego infinito» de Simon Sinek; «El elemento» de Sir Ken Robinson; y «Filosofía ante el desánimo» de José Carlos Ruiz.

¿Qué personaje histórico te gustaría tener en tu equipo?
A Leonardo da Vinci, sin duda alguna. Creo que en los tiempos que corren necesitamos más que nunca recuperar y desarrollar el talento en forma de T (adquirir conocimientos y desarrollar un buen manejo teórico-práctico de 5 ó 6 disciplinas convergentes para profundizar a nivel especialista en 1 ó 2 de ellas como mucho). Y nadie mejor que Leonardo da Vinci para representar ese tipo de talento. Un equipo compuesto por 4 ó 5 talentos T complementarios, es un equipo capaz de superar cualquier adversidad.

¿Has tenido siempre claro tu objetivo profesional?
No, la verdad es que no. Siempre he tenido claro que me gustaba mucho – y además tenía la capacidad de hacerlo bien – comunicar y resolver problemas.

La frase que mejor define mi actitud ante los problemas es: «Lo consiguieron porque no sabían que era imposible» de Jean Cocteau. Esa capacidad de comunicación, junto a la perseverancia y buena actitud ante cualquier problema, son las que me han permitido, junto con esa mentalidad de «reciprocidad universal» que mencionaba al principio, superar adversidades, levantarme cuando me he caído e ir, progresivamente explorando y descubriendo nuevos caminos. Podríamos decir que mi objetivo siempre ha sido seguir aprendiendo y descubriendo cada día, pero no es un objetivo tangible, medible o replicable, sino más bien, una sensación la que me dice si se está cumpliendo o no.

¿Cuál es la app más curiosa que tienes en tu móvil?
Quizás sea «Intellect». Intellect es una aplicación de desarrollo personal orientada a tener una vida más feliz y saludable, a eliminar malos hábitos y a crear nuevas experiencias de aprendizaje. Promueve el autoconocimiento y la reflexión.

¿Qué presupone la gente sobre ti, y no es así?
Pues yo creo que en demasiadas ocasiones la gente presume que soy más fuerte, emocionalmente hablando, de lo que realmente soy. También presuponen que tengo respuestas para casi todo. La realidad es que soy bastante sensible y me emociono con mucha facilidad.

Por otra parte, sé muy poco de muchísimas cosas, por eso dedico entre un 30% y un 40% de mi tiempo a leer a los que saben realmente y alimentarme, mentalmente, de su conocimiento y, con ello, seguir aprendiendo cada día.

¿Cuál crees que será la próxima revolución en tu sector?
Pues diría que, en el campo de la divulgación, el Metaverso se va a convertir en una gran ágora de conocimiento que nos va a permitir acercar, más si cabe, el conocimiento a cualquier persona del planeta y hacerlo, además de una forma más práctica. Eso me lleva al otro sector donde yo me muevo, la formación corporativa, y en ese sentido, la VR o la AR nos están permitiendo desarrollar entornos más prácticos, que facilitan y aceleran el aprendizaje mediante el método más eficaz que existe: el método de prueba-error.

Por ejemplo, hoy un bombero, un cocinero, un camionero o un médico puede poner todo el conocimiento teórico en práctica en un entorno de realidad virtual, donde sin arriesgar vidas, ni euros, podemos acumular horas de experiencia y aprender de los errores. Me parece de vital importancia para terminar de una vez con la cultura del miedo que nos ha impedido durante años promover y explotar la creatividad y el talento por miedo al coste para la empresa; y el profesional, de equivocarse.

¿Cuál es la última canción que has escuchado o recuerdas?
Pues la verdad que soy melómano y tengo varias canciones «preferidas» que escucho casi a diario. Soy muy ecléctico en general, pero a nivel musical más aún. Mi top 3 canciones es: «High way to hell» de ACDC; «Happy» de Farrel Williams; y «Antes de que cuente 10» de Fito y los Fitipaldis. No hay semana que no escuche, al menos 1 vez, alguna de esas 3 canciones.

Cuéntanos alguna vez que hayas metido la pata en el trabajo…
Uff, necesitaríamos muchas páginas para responder a esta pregunta. He metido – y sigo metiendo – la pata miles de veces. Equivocarse es humano y reconocerlo es la única manera de aprender de nuestros errores, que, como ya he dicho, es el mejor método de aprendizaje que existe. El que toma decisiones es el que se equivoca, y en ese sentido, yo he tenido que tomar muchas decisiones en mi vida, de las cuales muchas han sido erradas. Quizás la más gorda por el impacto emocional y económico, fue cuando en 2015, por exceso de confianza, decidí comprarle a un «amigo» el 50% de participaciones de una empresa que él había constituido en 1999 y lo hice, además, sin firmar ningún pacto de socios. Mi familia, al igual que varios abogados consultados, me insistieron en que, a pesar de que fuésemos amigos más de 20 años, ni comprase el 50% de participaciones – para evitar bloqueos – ni lo hiciese sin firmar un pacto de socios. Hice ambas cosas mal y en 2021 cerramos la empresa por un bloqueo irresoluble. El sesgo de exceso de confianza es muy traicionero.

¿Qué admiras y no toleras en una persona?
Lo que más admiro es la coherencia y lo que más detesto es la falta de coherencia. Si dices que vas a hacer algo, hazlo. Si dices que defiendes unos valores, hazlo. Si prometes algo, cumple aunque te cueste dinero, aunque tus intereses cambien y vaya en tu contra en el momento de cumplir lo prometido. Lo más importante que tiene una persona es su credibilidad. Eso no tiene precio y si una persona es capaz de incumplir su palabra por un puñado de monedas, esa persona no es confiable.

Cuando hablamos de relaciones con otras personas la confianza es la base sobre la que se construye todo lo demás. No hay nada que proporcione más tranquilidad que poder confiar en los que nos rodean. No hay nada que genere más ansiedad que no poder confiar en alguien.

¿Cuál es la decisión más valiente que has tomado en tu vida?
Abandonar voluntariamente mi trabajo en Washington DC como Director Regional en una gran multinacional cotizada, que venía acompañado de un salario de 6 dígitos, un estatus social y una vida, en términos materiales y económicos, que jamás he vuelto a tener por regresar a Valencia – mi ciudad natal – cuando mi padre enfermó. Todo el mundo me decía que estábamos locos – mi mujer y yo – por dejar nuestros trabajos voluntariamente para volver a España en un momento – año 2015 – en el que la situación económica era mala. Aún así, vendimos la casa, renunciamos a nuestros trabajos y regresamos. Fue difícil por la incertidumbre y el miedo a perderlo todo, pero creo que no hay posición ni dinero que pague el poder estar junto a tus seres queridos en el momento de su muerte. Yo pude estar los 2 últimos años de su vida con mi padre antes de que falleciese, y solo por eso creo que hicimos lo correcto.

¿Cuál es el primer momento que recuerdas en tu vida?
Recuerdo estar riendo sin parar en las rodillas de mi padre, que me hacía el «caballito» en un sillón de cuero color caoba que teníamos en el comedor del piso donde vivíamos a principios de los años 70. Cada rato me dejaba caer hacia atrás y yo me moría de la risa. Me hacía cosquillas, me levantaba en el aire… Era como una atracción de feria. Tenía 4 años. Luego he visto alguna foto de ese sillón y mi padre sentado en él, conmigo en sus rodillas y se me dibuja una sonrisa en la cara recordando aquellos ratos. Creo que ese es el recuerdo más antiguo que tengo.

¿A qué tres directivos/as te gustaría nominar?
Jesús Mazo, Global Accounts & Digital Director de ISDIN.

Sergio de la Calle de Universitas Telefónica.

Josecho Vizcay, Socio fundado y Director General de Pure Executive Coaching.

¿Te ha parecido inspirador?
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«Creo que es necesario recuperar y desarrollar el talento en forma de T» Jordi Alemany, CEO de Liderazgo Ético

Nominado por Ignasi Castells.

¿Cuál es el mejor consejo que alguien te ha dado?
A lo largo de mi vida, mis tres grandes mentores (madre, padre y un jefe extraordinariamente generoso que además fue mi mentor en UK durante 3 años) me han dado grandes consejos con frecuencia. Destacaría el de «haz bien y no mires a quién», ya que resume a la perfección mi manera de entender la vida y concentra la esencia de todo lo que he hecho y hago.

¿Qué consejo nos darías?
Os daría exactamente el mismo consejo. Todos hablamos de reciprocidad. El problema es que la entendemos desde un plano personal e individual. Es decir, creamos un saldo mental nominal a nuestro favor cada vez que hacemos un favor a alguien y ocurre que ese saldo permanece ahí, en nuestro consciente o en nuestro subconsciente, de manera permanente. De ahí que, cuando hacemos un favor, si no nos lo devuelven, tendamos a recordarlo o incluso a sentirnos mal.

Yo creo en la reciprocidad universal. Ayuda a otros, sin esperar que la misma persona a la que ayudas sea la que te devuelva el favor. En algún momento, otros te ayudarán a ti cuando menos te lo esperes o más lo necesites. Aplica la reciprocidad universal y te irá bien en la vida.

Una cualidad indispensable para liderar…
Para liderar hay que saber escuchar, por encima de todo. Saber escuchar es una habilidad compleja que implica, al menos, 5 habilidades básicas relacionadas con la inteligencia emocional y el pensamiento crítico, como son: la atención, la observación, la racionalización, la reflexión y la empatía.

Para poder guiar a otros, ver lo que otros no ven, motivar a los demás y facilitar el crecimiento y bienestar de los que te rodean – que es lo que hace un líder – es imprescindible desarrollar esa capacidad de escucha activa, que es el la prueba visible de que poseemos y practicamos esa inteligencia emocional y pensamiento crítico.

Qué libro, podcast, canal de Youtube o contenido nos recomiendas…
Aquí voy a barrer para casa en primer lugar porque os recomendaría mi podcast «En tres puntos» y mi libro «Liderazgo imperfecto». Y ya, si eso, después de escucharme y leerme a mí – risas – os recomendaría los podcast de Adam Grant «Take it for granted» o de Malcom Gladwell «Revisionist history» para los que os sentís cómodos con el inglés; y en español os recomendaría «Kaizen», el podcast de Jaime Rodríguez de Santiago.

En libros, mi top 10 ahora mismo sería: «Give and Take» y «Originals» de Adam Grant; «Blink» y «Outliers» de Malcom Gladwell; «Range» de David Epstein; «Las trampas del deseo» de Dan Ariely; «Dare to lead» de Brené Brown; «El juego infinito» de Simon Sinek; «El elemento» de Sir Ken Robinson; y «Filosofía ante el desánimo» de José Carlos Ruiz.

¿Qué personaje histórico te gustaría tener en tu equipo?
A Leonardo da Vinci, sin duda alguna. Creo que en los tiempos que corren necesitamos más que nunca recuperar y desarrollar el talento en forma de T (adquirir conocimientos y desarrollar un buen manejo teórico-práctico de 5 ó 6 disciplinas convergentes para profundizar a nivel especialista en 1 ó 2 de ellas como mucho). Y nadie mejor que Leonardo da Vinci para representar ese tipo de talento. Un equipo compuesto por 4 ó 5 talentos T complementarios, es un equipo capaz de superar cualquier adversidad.

¿Has tenido siempre claro tu objetivo profesional?
No, la verdad es que no. Siempre he tenido claro que me gustaba mucho – y además tenía la capacidad de hacerlo bien – comunicar y resolver problemas.

La frase que mejor define mi actitud ante los problemas es: «Lo consiguieron porque no sabían que era imposible» de Jean Cocteau. Esa capacidad de comunicación, junto a la perseverancia y buena actitud ante cualquier problema, son las que me han permitido, junto con esa mentalidad de «reciprocidad universal» que mencionaba al principio, superar adversidades, levantarme cuando me he caído e ir, progresivamente explorando y descubriendo nuevos caminos. Podríamos decir que mi objetivo siempre ha sido seguir aprendiendo y descubriendo cada día, pero no es un objetivo tangible, medible o replicable, sino más bien, una sensación la que me dice si se está cumpliendo o no.

¿Cuál es la app más curiosa que tienes en tu móvil?
Quizás sea «Intellect». Intellect es una aplicación de desarrollo personal orientada a tener una vida más feliz y saludable, a eliminar malos hábitos y a crear nuevas experiencias de aprendizaje. Promueve el autoconocimiento y la reflexión.

¿Qué presupone la gente sobre ti, y no es así?
Pues yo creo que en demasiadas ocasiones la gente presume que soy más fuerte, emocionalmente hablando, de lo que realmente soy. También presuponen que tengo respuestas para casi todo. La realidad es que soy bastante sensible y me emociono con mucha facilidad.

Por otra parte, sé muy poco de muchísimas cosas, por eso dedico entre un 30% y un 40% de mi tiempo a leer a los que saben realmente y alimentarme, mentalmente, de su conocimiento y, con ello, seguir aprendiendo cada día.

¿Cuál crees que será la próxima revolución en tu sector?
Pues diría que, en el campo de la divulgación, el Metaverso se va a convertir en una gran ágora de conocimiento que nos va a permitir acercar, más si cabe, el conocimiento a cualquier persona del planeta y hacerlo, además de una forma más práctica. Eso me lleva al otro sector donde yo me muevo, la formación corporativa, y en ese sentido, la VR o la AR nos están permitiendo desarrollar entornos más prácticos, que facilitan y aceleran el aprendizaje mediante el método más eficaz que existe: el método de prueba-error.

Por ejemplo, hoy un bombero, un cocinero, un camionero o un médico puede poner todo el conocimiento teórico en práctica en un entorno de realidad virtual, donde sin arriesgar vidas, ni euros, podemos acumular horas de experiencia y aprender de los errores. Me parece de vital importancia para terminar de una vez con la cultura del miedo que nos ha impedido durante años promover y explotar la creatividad y el talento por miedo al coste para la empresa; y el profesional, de equivocarse.

¿Cuál es la última canción que has escuchado o recuerdas?
Pues la verdad que soy melómano y tengo varias canciones «preferidas» que escucho casi a diario. Soy muy ecléctico en general, pero a nivel musical más aún. Mi top 3 canciones es: «High way to hell» de ACDC; «Happy» de Farrel Williams; y «Antes de que cuente 10» de Fito y los Fitipaldis. No hay semana que no escuche, al menos 1 vez, alguna de esas 3 canciones.

Cuéntanos alguna vez que hayas metido la pata en el trabajo…
Uff, necesitaríamos muchas páginas para responder a esta pregunta. He metido – y sigo metiendo – la pata miles de veces. Equivocarse es humano y reconocerlo es la única manera de aprender de nuestros errores, que, como ya he dicho, es el mejor método de aprendizaje que existe. El que toma decisiones es el que se equivoca, y en ese sentido, yo he tenido que tomar muchas decisiones en mi vida, de las cuales muchas han sido erradas. Quizás la más gorda por el impacto emocional y económico, fue cuando en 2015, por exceso de confianza, decidí comprarle a un «amigo» el 50% de participaciones de una empresa que él había constituido en 1999 y lo hice, además, sin firmar ningún pacto de socios. Mi familia, al igual que varios abogados consultados, me insistieron en que, a pesar de que fuésemos amigos más de 20 años, ni comprase el 50% de participaciones – para evitar bloqueos – ni lo hiciese sin firmar un pacto de socios. Hice ambas cosas mal y en 2021 cerramos la empresa por un bloqueo irresoluble. El sesgo de exceso de confianza es muy traicionero.

¿Qué admiras y no toleras en una persona?
Lo que más admiro es la coherencia y lo que más detesto es la falta de coherencia. Si dices que vas a hacer algo, hazlo. Si dices que defiendes unos valores, hazlo. Si prometes algo, cumple aunque te cueste dinero, aunque tus intereses cambien y vaya en tu contra en el momento de cumplir lo prometido. Lo más importante que tiene una persona es su credibilidad. Eso no tiene precio y si una persona es capaz de incumplir su palabra por un puñado de monedas, esa persona no es confiable.

Cuando hablamos de relaciones con otras personas la confianza es la base sobre la que se construye todo lo demás. No hay nada que proporcione más tranquilidad que poder confiar en los que nos rodean. No hay nada que genere más ansiedad que no poder confiar en alguien.

¿Cuál es la decisión más valiente que has tomado en tu vida?
Abandonar voluntariamente mi trabajo en Washington DC como Director Regional en una gran multinacional cotizada, que venía acompañado de un salario de 6 dígitos, un estatus social y una vida, en términos materiales y económicos, que jamás he vuelto a tener por regresar a Valencia – mi ciudad natal – cuando mi padre enfermó. Todo el mundo me decía que estábamos locos – mi mujer y yo – por dejar nuestros trabajos voluntariamente para volver a España en un momento – año 2015 – en el que la situación económica era mala. Aún así, vendimos la casa, renunciamos a nuestros trabajos y regresamos. Fue difícil por la incertidumbre y el miedo a perderlo todo, pero creo que no hay posición ni dinero que pague el poder estar junto a tus seres queridos en el momento de su muerte. Yo pude estar los 2 últimos años de su vida con mi padre antes de que falleciese, y solo por eso creo que hicimos lo correcto.

¿Cuál es el primer momento que recuerdas en tu vida?
Recuerdo estar riendo sin parar en las rodillas de mi padre, que me hacía el «caballito» en un sillón de cuero color caoba que teníamos en el comedor del piso donde vivíamos a principios de los años 70. Cada rato me dejaba caer hacia atrás y yo me moría de la risa. Me hacía cosquillas, me levantaba en el aire… Era como una atracción de feria. Tenía 4 años. Luego he visto alguna foto de ese sillón y mi padre sentado en él, conmigo en sus rodillas y se me dibuja una sonrisa en la cara recordando aquellos ratos. Creo que ese es el recuerdo más antiguo que tengo.

¿A qué tres directivos/as te gustaría nominar?
Jesús Mazo, Global Accounts & Digital Director de ISDIN.

Sergio de la Calle de Universitas Telefónica.

Josecho Vizcay, Socio fundado y Director General de Pure Executive Coaching.

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