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«Asumir que no hay una forma única de hacer las cosas fue la mejor receta para delegar» Mª Antonia Otero, Consejera Independiente Banca March y March RS

Entrevistas personales a directivos para inspirarnos con su experiencia. Las mismas preguntas para todos, diferentes respuestas.

Nominada por Emma Fernández.

¿Cuál es el mejor consejo que alguien te ha dado?
«Las ideas valen tanto como el papel en que están escritas, lo que realmente marca la diferencia es la ejecución».
Tener planes estratégicos y de negocio bien definidos -saber a dónde ir y cómo y con quién hacerlo -, claro que es necesario, pero al final el éxito descansa sobre unos procesos y unas operaciones eficientes y flexibles que garanticen la ejecución y la readaptación a unas condiciones de mercado cada vez más cambiantes. Si alguien aún dudaba acerca de la importancia de la flexibilidad y la adaptación al cambio, la pandemia se ha encargado de ponerlo aún más claro.

¿Qué consejo nos darías?
En la economía del conocimiento en la que estamos, los activos intangibles – reputación, marca, know-how, patentes, etc. – están creados por las personas, lo que convierte al capital humano en el principal activo de la empresa. Además, facilita el acceso al mercado de capitales y termina diferenciándola de sus competidores.

La gestión de las personas, de sus valores y expectativas, de lo que las mueve y motiva para dar lo mejor de sí mismas, es responsabilidad de cada directivo. Pero esta faceta del directivo es muy sutil y no es fácil de desarrollar y, a veces, llegamos a directivos sin haber sido debidamente entrenados en este aspecto. Por eso subsisten comportamientos de los jefes que ahuyentan el talento. Porque conviene recordar que las personas no se van de las empresas, se van de los jefes.

En este sentido, mi recomendación va de gestión de personas y lo resumiría en no hacer a otros aquello que a mí no me gustó, me hirió cuando me lo hicieron y potenciar aquello que he visto y percibido como positivo y motivador.

Una cualidad indispensable para liderar…
Yo destacaría la pasión de los líderes. A los líderes les gusta y aman lo que hacen, que no es lo mismo que hacer lo que les gusta. La pasión es positivamente contagiosa, crea cohesión, asume retos… porque el liderazgo no es estrellato, es capacidad de mirar a largo plazo sin olvidar la importancia de los resultados a corto… aunar esfuerzos, fijar metas y objetivos, lograr que la gente los asuma como propios y sacar lo mejor de cada uno. De nuevo, el acento en la gestión de las personas.

Y, desde luego, y lo doy por supuesto, siempre imprescindibles unos principios éticos sólidos.

Qué libro, podcast, canal de Youtube o contenido nos recomiendas…
Recomendaría dos libros del periodista Warren Berger sobre la importancia de preguntar bien: “A More Beautiful Question” y el más reciente: “The book of beautiful questions”. También sigo a una interesante institución, Right Question Institute (RQI), enfocada al mundo educativo, ya que esto de hacer preguntas también aplica en el mundo de la enseñanza y el personal.

Muchas veces nos empeñamos en buscar respuestas y soluciones a problemas concretos y nos olvidamos de que preguntas bien elaboradas pueden ser más poderosas que las respuestas porque proporcionan marcos de pensamiento diferentes, pueden forzar una segunda reflexión, aportar un ángulo de visión inexplorado, etc. Además, hacer preguntas favorece la comunicación, es más amigable, motivador y enriquecedor para el equipo que plantear respuestas.

¿Qué personaje histórico te gustaría tener en tu equipo?
Seguro que muchos estaréis conmigo en la elección de Leonardo da Vinci. Su genio atravesó tantas disciplinas: la pintura, la arquitectura, la ingeniería (hidráulica, armamentística, aeronáutica), la naturaleza, la anatomía, la filosofía… Autodidacta y adelantado a su tiempo… Creó las bases de diseños para máquinas como la bicicleta, el helicóptero, el submarino y el tanque militar que tardaron siglos en hacerse realidad.

No soy capaz de imaginarme el lujo que sería tener una personalidad como la de Leonardo en un equipo actual y qué haría con toda la tecnología, ciencia y arte actuales, cómo plantearía la innovación y la trasformación en estos momentos…

¿Has tenido siempre claro tu objetivo profesional?
Desde muy pequeña en mi familia me inculcaron que las cosas que merecen la pena se consiguen con esfuerzo, fomentaron mi curiosidad y la necesidad de tener criterio propio.

Pronto tuve claro que había dos disciplinas que me apasionaban, disfrutaba con ellas y sacaban lo mejor de mí. Estoy hablando de la física y las matemáticas. Por eso estudié telecomunicaciones y eso, lógicamente en cierta medida, enfocó mi futuro profesional, pero no lo condicionó. A medida que iba alcanzando pequeñas metas, iba aprendiendo y mis posibilidades profesionales se fueron ampliando por derroteros que no tenía inicialmente previsto… Creo que la capacidad de aprender debe de acompañarnos toda la vida.

¿Cuál es la app más curiosa que tienes en tu móvil?
Es difícil decir cuál es la aplicación más rara porque desde el momento en que me la descargo y la uso para mí deja de ser rara. Lo que sí puedo decir es que la carpeta que tengo con más aplicaciones es la de movilidad, y entre ellas destacaría la de FLIGHTRADAR24. Está derivada del software de seguimiento profesional de vuelos. Me la ha recomendado un ingeniero aeronáutico y espero volver a utilizarla cuando viajemos de nuevo.

También llevo la app de Anova (creadores de la cocina a baja temperatura). No soy los hermanos Roca, pero la disfruto y aprendo nuevas técnicas culinarias.

¿Qué presupone la gente sobre ti, y no es así?
Las opiniones de las personas sobre nosotros están basadas en lo que transmitimos y eso depende de las circunstancias en las que las hayamos conocido – del momento -, pero en cualquier caso me veo como una persona auténtica y bastante trasparente. Luego, quiero pensar que es fácil que la gente vea como soy.

¿Cuál crees que será la próxima revolución en tu sector?
No sé si ya podemos hablar de revoluciones o tenemos que hablar de transformaciones permanentes.

La digitalización que todo lo impregna creo que debe alumbrar una nuevas regulaciones que aborden la situación de dominio de algunas grandes empresas tecnológicas, que controlen los sesgos de los algoritmos, la privacidad, el uso de los datos, la ciberdelincuencia… pero sin limitar la innovación ni su desarrollo y en las que las personas seamos de verdad el centro.

En el corto plazo, la llegada del 5G va a suponer muchos cambios. Mi carpeta de aplicaciones de movilidad va a seguir creciendo porque la diferencia entre ver un dato en tiempo real o con retraso va a reducirse mucho y hay aplicaciones, como la telemedicina o el coche conectado, que son muy sensibles a este hecho.

También la sostenibilidad que viene abriéndose paso en el mundo empresarial y ciudadano va a seguir avanzando, pero espero que no solo lo haga en el primer mundo y se convierta en una responsabilidad de todo el planeta.

¿Cuál es la última canción que has escuchado o recuerdas?
La reciente muerte de Charlie Watts, batería de los Rolling me ha llevado a escuchar lo más clásico del repertorio de este legendario grupo y a buscar en Youtube imágenes de su concierto en el Calderón al que tuve la fortuna de asistir.

Cuéntanos alguna vez que hayas metido la pata en el trabajo…
El momento profesional más complicado llegó con la primera promoción. Hasta entonces mi actividad había ido de ejecutar, pero a partir de ahora mi trabajo tenía que ir de crear las condiciones y el ambiente adecuados para que mi equipo realizase un trabajo excelente. Las habilidades que me pudieron servir en el pasado ya no garantizaban mi capacidad para delegar, formar, motivar a personas de capacidades, intereses y personalidades diferentes.

Claro que tuve meteduras de pata en la gestión de equipos y personas… Como se aprende más de los errores que de los aciertos, pongo el énfasis en lo que hice para ir mejorando como directiva y fue – con muchas dosis de humildad – tratar de crear un ambiente de colaboración y de confianza con el equipo para que se sintiesen motivados a dar su opinión en todo momento sin temor a ser censurados por ello.

Y siendo más concreta, tengo que decir que lo que más me costó fue aprender a delegar. Asumir que no hay una forma única de hacer las cosas de modo excelente fue la mejor receta para delegar.

¿Qué admiras y no toleras en una persona?
Son muchas cosas las que admiro en diferentes personas. Unas veces es su visión, su anticipación, su capacidad de resolución o, aún mejor, de evitación de conflictos; otras su flexibilidad o su capacidad de comunicar y cohesionar al equipo. El fijarme en cómo otros lo hacen me lleva a seguir aprendiendo.

Y en relación a lo que no tolero, creo que la vida me ha hecho más tolerante y casi lo disculpo todo, pero algo que aún me incomoda es la falta de coherencia en las personas; incoherencia entre lo que dicen y lo que hacen, incoherencia entre lo que dicen que son sus valores cuando lo comparas con su comportamiento en el día a día…

¿Cuál es la decisión más valiente que has tomado en tu vida?
Creo que no debiera de utilizar la palabra valiente para lo que voy a comentar, ya que lo viví de un modo muy natural y no me costó nada tomar la decisión. Es más, cuando veo a la gente que tiene que cambiar de país por pura necesidad económica o política, y no tiene elección, esto que voy a contar se queda en una mera anécdota. Estoy hablando de decir que no a una oportunidad de carrera internacional por razones personales. La familia es muy importante para mí y en ese momento no era fácil encajarla con ese proyecto profesional que me planteaban.

¿Cuál es el primer momento que recuerdas en tu vida?
Hay anécdotas que a estas alturas de la vida ya no estoy segura de si las recuerdo directamente o porque las he oído contar a mis mayores. Por ejemplo, dejar en el patio de mi pueblo gallego una muñeca que me había regalado mi hermano mayor y como esa noche también llovió, al día siguiente mi muñeca se había convertido en un montón de cartón mojado (desde luego era más ecológica que las de plástico). Aún me veo intentando ver cómo podía recomponer aquel desastre. Lección aprendida: siempre recoger los juguetes por lo que pueda pasar.

¿A qué tres directivos/as te gustaría nominar?
Vicente de los Ríos Medina, CEO de Líderes y Digitales, asesor y mentor en transformación digital.

María Vila, CEO de Medtronic.

Zaza Ceballos, Propietaria y CEO de Zenit Televisión y Minervas Voice.

«Asumir que no hay una forma única de hacer las cosas fue la mejor receta para delegar» Mª Antonia Otero, Consejera Independiente Banca March y March RS

Entrevistas personales a directivos para inspirarnos con su experiencia. Las mismas preguntas para todos, diferentes respuestas.

Nominada por Emma Fernández.

¿Cuál es el mejor consejo que alguien te ha dado?
«Las ideas valen tanto como el papel en que están escritas, lo que realmente marca la diferencia es la ejecución».
Tener planes estratégicos y de negocio bien definidos -saber a dónde ir y cómo y con quién hacerlo -, claro que es necesario, pero al final el éxito descansa sobre unos procesos y unas operaciones eficientes y flexibles que garanticen la ejecución y la readaptación a unas condiciones de mercado cada vez más cambiantes. Si alguien aún dudaba acerca de la importancia de la flexibilidad y la adaptación al cambio, la pandemia se ha encargado de ponerlo aún más claro.

¿Qué consejo nos darías?
En la economía del conocimiento en la que estamos, los activos intangibles – reputación, marca, know-how, patentes, etc. – están creados por las personas, lo que convierte al capital humano en el principal activo de la empresa. Además, facilita el acceso al mercado de capitales y termina diferenciándola de sus competidores.

La gestión de las personas, de sus valores y expectativas, de lo que las mueve y motiva para dar lo mejor de sí mismas, es responsabilidad de cada directivo. Pero esta faceta del directivo es muy sutil y no es fácil de desarrollar y, a veces, llegamos a directivos sin haber sido debidamente entrenados en este aspecto. Por eso subsisten comportamientos de los jefes que ahuyentan el talento. Porque conviene recordar que las personas no se van de las empresas, se van de los jefes.

En este sentido, mi recomendación va de gestión de personas y lo resumiría en no hacer a otros aquello que a mí no me gustó, me hirió cuando me lo hicieron y potenciar aquello que he visto y percibido como positivo y motivador.

Una cualidad indispensable para liderar…
Yo destacaría la pasión de los líderes. A los líderes les gusta y aman lo que hacen, que no es lo mismo que hacer lo que les gusta. La pasión es positivamente contagiosa, crea cohesión, asume retos… porque el liderazgo no es estrellato, es capacidad de mirar a largo plazo sin olvidar la importancia de los resultados a corto… aunar esfuerzos, fijar metas y objetivos, lograr que la gente los asuma como propios y sacar lo mejor de cada uno. De nuevo, el acento en la gestión de las personas.

Y, desde luego, y lo doy por supuesto, siempre imprescindibles unos principios éticos sólidos.

Qué libro, podcast, canal de Youtube o contenido nos recomiendas…
Recomendaría dos libros del periodista Warren Berger sobre la importancia de preguntar bien: “A More Beautiful Question” y el más reciente: “The book of beautiful questions”. También sigo a una interesante institución, Right Question Institute (RQI), enfocada al mundo educativo, ya que esto de hacer preguntas también aplica en el mundo de la enseñanza y el personal.

Muchas veces nos empeñamos en buscar respuestas y soluciones a problemas concretos y nos olvidamos de que preguntas bien elaboradas pueden ser más poderosas que las respuestas porque proporcionan marcos de pensamiento diferentes, pueden forzar una segunda reflexión, aportar un ángulo de visión inexplorado, etc. Además, hacer preguntas favorece la comunicación, es más amigable, motivador y enriquecedor para el equipo que plantear respuestas.

¿Qué personaje histórico te gustaría tener en tu equipo?
Seguro que muchos estaréis conmigo en la elección de Leonardo da Vinci. Su genio atravesó tantas disciplinas: la pintura, la arquitectura, la ingeniería (hidráulica, armamentística, aeronáutica), la naturaleza, la anatomía, la filosofía… Autodidacta y adelantado a su tiempo… Creó las bases de diseños para máquinas como la bicicleta, el helicóptero, el submarino y el tanque militar que tardaron siglos en hacerse realidad.

No soy capaz de imaginarme el lujo que sería tener una personalidad como la de Leonardo en un equipo actual y qué haría con toda la tecnología, ciencia y arte actuales, cómo plantearía la innovación y la trasformación en estos momentos…

¿Has tenido siempre claro tu objetivo profesional?
Desde muy pequeña en mi familia me inculcaron que las cosas que merecen la pena se consiguen con esfuerzo, fomentaron mi curiosidad y la necesidad de tener criterio propio.

Pronto tuve claro que había dos disciplinas que me apasionaban, disfrutaba con ellas y sacaban lo mejor de mí. Estoy hablando de la física y las matemáticas. Por eso estudié telecomunicaciones y eso, lógicamente en cierta medida, enfocó mi futuro profesional, pero no lo condicionó. A medida que iba alcanzando pequeñas metas, iba aprendiendo y mis posibilidades profesionales se fueron ampliando por derroteros que no tenía inicialmente previsto… Creo que la capacidad de aprender debe de acompañarnos toda la vida.

¿Cuál es la app más curiosa que tienes en tu móvil?
Es difícil decir cuál es la aplicación más rara porque desde el momento en que me la descargo y la uso para mí deja de ser rara. Lo que sí puedo decir es que la carpeta que tengo con más aplicaciones es la de movilidad, y entre ellas destacaría la de FLIGHTRADAR24. Está derivada del software de seguimiento profesional de vuelos. Me la ha recomendado un ingeniero aeronáutico y espero volver a utilizarla cuando viajemos de nuevo.

También llevo la app de Anova (creadores de la cocina a baja temperatura). No soy los hermanos Roca, pero la disfruto y aprendo nuevas técnicas culinarias.

¿Qué presupone la gente sobre ti, y no es así?
Las opiniones de las personas sobre nosotros están basadas en lo que transmitimos y eso depende de las circunstancias en las que las hayamos conocido – del momento -, pero en cualquier caso me veo como una persona auténtica y bastante trasparente. Luego, quiero pensar que es fácil que la gente vea como soy.

¿Cuál crees que será la próxima revolución en tu sector?
No sé si ya podemos hablar de revoluciones o tenemos que hablar de transformaciones permanentes.

La digitalización que todo lo impregna creo que debe alumbrar una nuevas regulaciones que aborden la situación de dominio de algunas grandes empresas tecnológicas, que controlen los sesgos de los algoritmos, la privacidad, el uso de los datos, la ciberdelincuencia… pero sin limitar la innovación ni su desarrollo y en las que las personas seamos de verdad el centro.

En el corto plazo, la llegada del 5G va a suponer muchos cambios. Mi carpeta de aplicaciones de movilidad va a seguir creciendo porque la diferencia entre ver un dato en tiempo real o con retraso va a reducirse mucho y hay aplicaciones, como la telemedicina o el coche conectado, que son muy sensibles a este hecho.

También la sostenibilidad que viene abriéndose paso en el mundo empresarial y ciudadano va a seguir avanzando, pero espero que no solo lo haga en el primer mundo y se convierta en una responsabilidad de todo el planeta.

¿Cuál es la última canción que has escuchado o recuerdas?
La reciente muerte de Charlie Watts, batería de los Rolling me ha llevado a escuchar lo más clásico del repertorio de este legendario grupo y a buscar en Youtube imágenes de su concierto en el Calderón al que tuve la fortuna de asistir.

Cuéntanos alguna vez que hayas metido la pata en el trabajo…
El momento profesional más complicado llegó con la primera promoción. Hasta entonces mi actividad había ido de ejecutar, pero a partir de ahora mi trabajo tenía que ir de crear las condiciones y el ambiente adecuados para que mi equipo realizase un trabajo excelente. Las habilidades que me pudieron servir en el pasado ya no garantizaban mi capacidad para delegar, formar, motivar a personas de capacidades, intereses y personalidades diferentes.

Claro que tuve meteduras de pata en la gestión de equipos y personas… Como se aprende más de los errores que de los aciertos, pongo el énfasis en lo que hice para ir mejorando como directiva y fue – con muchas dosis de humildad – tratar de crear un ambiente de colaboración y de confianza con el equipo para que se sintiesen motivados a dar su opinión en todo momento sin temor a ser censurados por ello.

Y siendo más concreta, tengo que decir que lo que más me costó fue aprender a delegar. Asumir que no hay una forma única de hacer las cosas de modo excelente fue la mejor receta para delegar.

¿Qué admiras y no toleras en una persona?
Son muchas cosas las que admiro en diferentes personas. Unas veces es su visión, su anticipación, su capacidad de resolución o, aún mejor, de evitación de conflictos; otras su flexibilidad o su capacidad de comunicar y cohesionar al equipo. El fijarme en cómo otros lo hacen me lleva a seguir aprendiendo.

Y en relación a lo que no tolero, creo que la vida me ha hecho más tolerante y casi lo disculpo todo, pero algo que aún me incomoda es la falta de coherencia en las personas; incoherencia entre lo que dicen y lo que hacen, incoherencia entre lo que dicen que son sus valores cuando lo comparas con su comportamiento en el día a día…

¿Cuál es la decisión más valiente que has tomado en tu vida?
Creo que no debiera de utilizar la palabra valiente para lo que voy a comentar, ya que lo viví de un modo muy natural y no me costó nada tomar la decisión. Es más, cuando veo a la gente que tiene que cambiar de país por pura necesidad económica o política, y no tiene elección, esto que voy a contar se queda en una mera anécdota. Estoy hablando de decir que no a una oportunidad de carrera internacional por razones personales. La familia es muy importante para mí y en ese momento no era fácil encajarla con ese proyecto profesional que me planteaban.

¿Cuál es el primer momento que recuerdas en tu vida?
Hay anécdotas que a estas alturas de la vida ya no estoy segura de si las recuerdo directamente o porque las he oído contar a mis mayores. Por ejemplo, dejar en el patio de mi pueblo gallego una muñeca que me había regalado mi hermano mayor y como esa noche también llovió, al día siguiente mi muñeca se había convertido en un montón de cartón mojado (desde luego era más ecológica que las de plástico). Aún me veo intentando ver cómo podía recomponer aquel desastre. Lección aprendida: siempre recoger los juguetes por lo que pueda pasar.

¿A qué tres directivos/as te gustaría nominar?
Vicente de los Ríos Medina, CEO de Líderes y Digitales, asesor y mentor en transformación digital.

María Vila, CEO de Medtronic.

Zaza Ceballos, Propietaria y CEO de Zenit Televisión y Minervas Voice.