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«Admiro a las personas que se cuestionan sus propias creencias y las afrontan con franqueza» María Junco, Directora de Análisis y Desarrollo de Enagás GTS

Nominada por Begoña García.

¿Cuál es el mejor consejo que alguien te ha dado?
Trato de escuchar abiertamente consejos, pero a veces quedan latentes y germinan más tarde; supongo que cuando estoy preparada para asimilarlos y comprenderlos en su globalidad. El que más me cambió la vida hace muchos años fue: «busca siempre la mejor versión de ti misma». Me ayudó a desarrollar, no sólo aceptación y amor propio, sino también mucha tolerancia hacia mi entorno.

Otro que trato de ejercitar es revisar cada noche – aunque alguna me permito saltármelo… – al menos tres aspectos del día que agradecer a la vida. Me ayuda a mantener una mirada optimista, a entrenarme en buscar puntos positivos en la adversidad y, algo fundamental, a dormir bien.

¿Qué consejo nos darías?
El mundo y las personas somos tan complejos que aconsejaría tener siempre presente esa complejidad y cultivar nuestra mirada hacia una auténtica diversidad; creo que sólo así lograremos diseñar soluciones y planteamientos abiertos, líquidos e integradores. Inmersos en esa complejidad, además, no solo es que debamos ser tolerantes con el error, sino que debemos dar un paso más y enorgullecernos de los aprendizajes que dicho error nos da.

Recuerdo un equipo que tenía una pizarra en la cual cada semana anotaban los wins de la semana y los superwins; en esta segunda categoría solamente estaban admitidos los errores o equivocaciones.

Una cualidad indispensable para liderar…
Si hablamos de liderazgo en su sentido más amplio, creo fundamental tener claro un PROPÓSITO con mayúsculas, colocando ese gran objetivo vital en resonancia con los valores que cada cual tenga. Aterrizándolo en liderazgo profesional, una vez leí que a un buen líder debe gustarle el poder, y es verdad, pero además creo que debe tener:

• Capacidad para pensar en clave de bien común y de equilibrio.
• Capacidad para inspirar a los que le rodean a ser mejores.
• Y, la cualidad más difícil, capacidad para conjugar una dirección clara hacia un objetivo o fin concreto, pero siendo capaz de flexibilizar e integrar la diversidad de opiniones o entornos. Podría parecer contradictorio, pero precisamente en la sutileza de esa cualidad, la estoicidad, es donde creo que reside el éxito.

Qué libro, podcast, canal de Youtube o contenido nos recomiendas…
La verdad es que el poco tiempo que dedico a leer suelo dedicarlo a los relatos de un escritor «aficionado» que tengo en casa. No obstante, de lo último que he leído recomendaría “Manual para Sobrevivir en la Era de la Incertidumbre”; reconozco que tengo especial debilidad con Garrigues Walker.

Sobre canal de Youtube, recientemente he descubierto una iniciativa fantástica: “Más Allá de la Marca Personal”, que, en concreto, me enganchó con la historia de una persona a la que admiro mucho, María Guerrero.

Y, sin duda, recomendaría a todo el mundo ver el video semanal de Pantomima Full. La vida y las personas tenemos mucho de comedia.

¿Qué personaje histórico te gustaría tener en tu equipo?
Estoy muy contenta con mi equipo. Hay personajes muy seductores en la historia, pero cada cual tiene su misión, y ellos ya la cumplieron.

¿Has tenido siempre claro tu objetivo profesional?
En absoluto. Aunque sí he tenido la capacidad de disfrutar de mi vida profesional estuviera donde estuviera. Lo cierto es que yo querría haber sido médica, pero acabé siendo ingeniera. Aún me ronda la cabeza; me lo plantearé para otra vida…

Hace unos años recibí un feedback de una persona de mi equipo que me marcó mucho porque me dijo que parecía un barco a la deriva sin un rumbo claro. Dedicaba poco tiempo a pensar y diseñar y demasiado a ejecutar. Inconscientemente, este feedback me ayudó a esclarecer y entender cuál debía ser mi objetivo. Desde entonces voy tratando de conducir mi día a día hacia ese propósito: contribuir a un mundo más limpio y justo a través de la energía.

¿Cuál es la app más curiosa que tienes en tu móvil?
Como melómana empedernida, varias de mis apps giran en torno a la música. Quizás la más curiosa es Smule, que permite crear música de modo colaborativo. Me encanta entrar en armonía – literal – con cualquier persona en cualquier parte del mundo. También confieso que tengo la famosa «Among Us» porque muchas noches juego con mi familia – tengo 2 hijos – y, aunque suelo perder, nos echamos unas risas.

¿Qué presupone la gente sobre ti, y no es así?
Creo que soy bastante transparente y que no suelo dar lugar a presuposiciones erróneas sobre mí. Quizás, como recurro mucho al humor fácil, puedo dar la impresión de ser algo frívola. Aún así, me dejo de deberes descubrir la respuesta a esta pregunta para esa segunda vida en la que estudie medicina.

¿Cuál crees que será la próxima revolución en tu sector?
La revolución actual de mi sector – el energético- es, sin duda, la descarbonización. Pero, mirando más allá, creo que la integración del impacto social y de la democratización de la energía van a acompañar en la revolución al reto ambiental porque no podemos perder de vista que el propósito de la energía es servir a la sociedad.

¿Cuál es la última canción que has escuchado o recuerdas?
Concretar no es uno de mis puntos fuertes, pero si encima se trata de música que es mi gran pasión, y soy bastante ecléctica, responder a esta pregunta me resulta muy complicado. Últimamente tengo muy presente el blues y el country, y mientras escribo estas líneas suena «Tennesse Whiskey» de Chris Stapleton – que Sabina y McCartney me perdonen por esta traición -.

Cuéntanos alguna vez que hayas metido la pata en el trabajo…
Casi todas mis meteduras de pata tienen por causa una afiliación mal enfocada en algún contexto. Por ejemplo, alguna vez me he comprometido a algo que no estaba 100% en mi mano y, finalmente, no he sido capaz de cumplir expectativas; y eso para las afiliativas es duro. Aunque la actitud es determinante para conseguir un objetivo, también es importante distinguir bien la “voluntad de hacer” de la “capacidad de hacer”. También me he dado cuenta de que tiendo a meter más la pata cuando desconecto de mis valores y, no siendo capaz de relativizar, me dejo llevar por iras o egos ajenos – y ya tengo bastante con el propio 🙂 -.

¿Qué admiras y no toleras en una persona?
Admiro a las personas que se cuestionan sus propios sesgos o creencias y las afrontan con franqueza. Admiro a aquellos que hacen grandes preguntas porque suelen ser grandes escuchando. Admiro también mucho a aquellas personas que trabajan en la inclusión verdadera, sabiendo aprovechar lo mejor de las virtudes y defectos de cada uno. Y, sobre todo, cada vez admiro más a personas valientes que sienten la libertad de poder hacer algo que en mi caso no soy capaz de plantearme como, por ejemplo, los emprendedores sociales.

Por contra, me irritan bastante las personas que sientan cátedra, que se sienten en posesión de la verdad absoluta y que tratan con condescendencia al resto de su entorno.

¿Cuál es la decisión más valiente que has tomado en tu vida?
No me considero especialmente valiente, soy más bien cautelosa. Se me viene a la cabeza una actuación que tuve en una jornada sobre innovación abierta, en la que moderaba una mesa de debate y en la que decidí abrir la sesión canturreando el inicio de la canción de Vértigo de U2: “1, 2, 3,… 14”. Más allá de lo anecdótico de esta actuación, esta decisión me marcó un antes y un después asumiendo la complejidad de las personas. Ahí decidí, no solo que no debía disociar mi yo profesional de mi yo personal, sino que incluso su fusión podía ser muy interesante.

¿Cuál es el primer momento que recuerdas en tu vida?
Tengo un par de flashes cotidianos. El primero, con pocos años, en una tienda, me subí a una banqueta de la que no sabía bajar, me tiré y me rompí la muñeca – la primera gran caída -. Y el segundo, jugando a la serie “V” en el recreo del colegio, una amiga me obligó a subir a “la nave nodriza” cuando yo no quería – me resulta curioso acordarme de esto, igual es porque fue mi primer ataque de ego o mi primera frustración -.

En general, soy muy sensitiva y recurro mucho a canciones y olores que me retrotraen a momentos familiares que, aunque aparecen desdibujados en mi cabeza, me hacen sentir feliz.

¿A qué tres directivos/as te gustaría nominar?
Eduvigis Ortiz, Strategic Alliances Leader en SAS y Presidenta de Women4Cyber Spain, una directiva que derrocha energía y pasión en todo lo que hace.

María Guerrero, Presidenta de la Fundación Acción por la Música, a quien admiro profundamente por su valentía y vocación de servicio.

Luis Iglesias, Director de Servicios de Enagás, un directivo inclusivo, franco y con la cabeza muy bien amueblada.

«Admiro a las personas que se cuestionan sus propias creencias y las afrontan con franqueza» María Junco, Directora de Análisis y Desarrollo de Enagás GTS

Nominada por Begoña García.

¿Cuál es el mejor consejo que alguien te ha dado?
Trato de escuchar abiertamente consejos, pero a veces quedan latentes y germinan más tarde; supongo que cuando estoy preparada para asimilarlos y comprenderlos en su globalidad. El que más me cambió la vida hace muchos años fue: «busca siempre la mejor versión de ti misma». Me ayudó a desarrollar, no sólo aceptación y amor propio, sino también mucha tolerancia hacia mi entorno.

Otro que trato de ejercitar es revisar cada noche – aunque alguna me permito saltármelo… – al menos tres aspectos del día que agradecer a la vida. Me ayuda a mantener una mirada optimista, a entrenarme en buscar puntos positivos en la adversidad y, algo fundamental, a dormir bien.

¿Qué consejo nos darías?
El mundo y las personas somos tan complejos que aconsejaría tener siempre presente esa complejidad y cultivar nuestra mirada hacia una auténtica diversidad; creo que sólo así lograremos diseñar soluciones y planteamientos abiertos, líquidos e integradores. Inmersos en esa complejidad, además, no solo es que debamos ser tolerantes con el error, sino que debemos dar un paso más y enorgullecernos de los aprendizajes que dicho error nos da.

Recuerdo un equipo que tenía una pizarra en la cual cada semana anotaban los wins de la semana y los superwins; en esta segunda categoría solamente estaban admitidos los errores o equivocaciones.

Una cualidad indispensable para liderar…
Si hablamos de liderazgo en su sentido más amplio, creo fundamental tener claro un PROPÓSITO con mayúsculas, colocando ese gran objetivo vital en resonancia con los valores que cada cual tenga. Aterrizándolo en liderazgo profesional, una vez leí que a un buen líder debe gustarle el poder, y es verdad, pero además creo que debe tener:

• Capacidad para pensar en clave de bien común y de equilibrio.
• Capacidad para inspirar a los que le rodean a ser mejores.
• Y, la cualidad más difícil, capacidad para conjugar una dirección clara hacia un objetivo o fin concreto, pero siendo capaz de flexibilizar e integrar la diversidad de opiniones o entornos. Podría parecer contradictorio, pero precisamente en la sutileza de esa cualidad, la estoicidad, es donde creo que reside el éxito.

Qué libro, podcast, canal de Youtube o contenido nos recomiendas…
La verdad es que el poco tiempo que dedico a leer suelo dedicarlo a los relatos de un escritor «aficionado» que tengo en casa. No obstante, de lo último que he leído recomendaría “Manual para Sobrevivir en la Era de la Incertidumbre”; reconozco que tengo especial debilidad con Garrigues Walker.

Sobre canal de Youtube, recientemente he descubierto una iniciativa fantástica: “Más Allá de la Marca Personal”, que, en concreto, me enganchó con la historia de una persona a la que admiro mucho, María Guerrero.

Y, sin duda, recomendaría a todo el mundo ver el video semanal de Pantomima Full. La vida y las personas tenemos mucho de comedia.

¿Qué personaje histórico te gustaría tener en tu equipo?
Estoy muy contenta con mi equipo. Hay personajes muy seductores en la historia, pero cada cual tiene su misión, y ellos ya la cumplieron.

¿Has tenido siempre claro tu objetivo profesional?
En absoluto. Aunque sí he tenido la capacidad de disfrutar de mi vida profesional estuviera donde estuviera. Lo cierto es que yo querría haber sido médica, pero acabé siendo ingeniera. Aún me ronda la cabeza; me lo plantearé para otra vida…

Hace unos años recibí un feedback de una persona de mi equipo que me marcó mucho porque me dijo que parecía un barco a la deriva sin un rumbo claro. Dedicaba poco tiempo a pensar y diseñar y demasiado a ejecutar. Inconscientemente, este feedback me ayudó a esclarecer y entender cuál debía ser mi objetivo. Desde entonces voy tratando de conducir mi día a día hacia ese propósito: contribuir a un mundo más limpio y justo a través de la energía.

¿Cuál es la app más curiosa que tienes en tu móvil?
Como melómana empedernida, varias de mis apps giran en torno a la música. Quizás la más curiosa es Smule, que permite crear música de modo colaborativo. Me encanta entrar en armonía – literal – con cualquier persona en cualquier parte del mundo. También confieso que tengo la famosa «Among Us» porque muchas noches juego con mi familia – tengo 2 hijos – y, aunque suelo perder, nos echamos unas risas.

¿Qué presupone la gente sobre ti, y no es así?
Creo que soy bastante transparente y que no suelo dar lugar a presuposiciones erróneas sobre mí. Quizás, como recurro mucho al humor fácil, puedo dar la impresión de ser algo frívola. Aún así, me dejo de deberes descubrir la respuesta a esta pregunta para esa segunda vida en la que estudie medicina.

¿Cuál crees que será la próxima revolución en tu sector?
La revolución actual de mi sector – el energético- es, sin duda, la descarbonización. Pero, mirando más allá, creo que la integración del impacto social y de la democratización de la energía van a acompañar en la revolución al reto ambiental porque no podemos perder de vista que el propósito de la energía es servir a la sociedad.

¿Cuál es la última canción que has escuchado o recuerdas?
Concretar no es uno de mis puntos fuertes, pero si encima se trata de música que es mi gran pasión, y soy bastante ecléctica, responder a esta pregunta me resulta muy complicado. Últimamente tengo muy presente el blues y el country, y mientras escribo estas líneas suena «Tennesse Whiskey» de Chris Stapleton – que Sabina y McCartney me perdonen por esta traición -.

Cuéntanos alguna vez que hayas metido la pata en el trabajo…
Casi todas mis meteduras de pata tienen por causa una afiliación mal enfocada en algún contexto. Por ejemplo, alguna vez me he comprometido a algo que no estaba 100% en mi mano y, finalmente, no he sido capaz de cumplir expectativas; y eso para las afiliativas es duro. Aunque la actitud es determinante para conseguir un objetivo, también es importante distinguir bien la “voluntad de hacer” de la “capacidad de hacer”. También me he dado cuenta de que tiendo a meter más la pata cuando desconecto de mis valores y, no siendo capaz de relativizar, me dejo llevar por iras o egos ajenos – y ya tengo bastante con el propio 🙂 -.

¿Qué admiras y no toleras en una persona?
Admiro a las personas que se cuestionan sus propios sesgos o creencias y las afrontan con franqueza. Admiro a aquellos que hacen grandes preguntas porque suelen ser grandes escuchando. Admiro también mucho a aquellas personas que trabajan en la inclusión verdadera, sabiendo aprovechar lo mejor de las virtudes y defectos de cada uno. Y, sobre todo, cada vez admiro más a personas valientes que sienten la libertad de poder hacer algo que en mi caso no soy capaz de plantearme como, por ejemplo, los emprendedores sociales.

Por contra, me irritan bastante las personas que sientan cátedra, que se sienten en posesión de la verdad absoluta y que tratan con condescendencia al resto de su entorno.

¿Cuál es la decisión más valiente que has tomado en tu vida?
No me considero especialmente valiente, soy más bien cautelosa. Se me viene a la cabeza una actuación que tuve en una jornada sobre innovación abierta, en la que moderaba una mesa de debate y en la que decidí abrir la sesión canturreando el inicio de la canción de Vértigo de U2: “1, 2, 3,… 14”. Más allá de lo anecdótico de esta actuación, esta decisión me marcó un antes y un después asumiendo la complejidad de las personas. Ahí decidí, no solo que no debía disociar mi yo profesional de mi yo personal, sino que incluso su fusión podía ser muy interesante.

¿Cuál es el primer momento que recuerdas en tu vida?
Tengo un par de flashes cotidianos. El primero, con pocos años, en una tienda, me subí a una banqueta de la que no sabía bajar, me tiré y me rompí la muñeca – la primera gran caída -. Y el segundo, jugando a la serie “V” en el recreo del colegio, una amiga me obligó a subir a “la nave nodriza” cuando yo no quería – me resulta curioso acordarme de esto, igual es porque fue mi primer ataque de ego o mi primera frustración -.

En general, soy muy sensitiva y recurro mucho a canciones y olores que me retrotraen a momentos familiares que, aunque aparecen desdibujados en mi cabeza, me hacen sentir feliz.

¿A qué tres directivos/as te gustaría nominar?
Eduvigis Ortiz, Strategic Alliances Leader en SAS y Presidenta de Women4Cyber Spain, una directiva que derrocha energía y pasión en todo lo que hace.

María Guerrero, Presidenta de la Fundación Acción por la Música, a quien admiro profundamente por su valentía y vocación de servicio.

Luis Iglesias, Director de Servicios de Enagás, un directivo inclusivo, franco y con la cabeza muy bien amueblada.